jueves, 14 de mayo de 2015

LA FLEXIBILIDAD

a flexibilidad es la cualidad física básica que nos permite alcanzar el máximo grado de movimiento posible de una articulación. Depende de muchas variables como la distensibilidad de la cápsula articular, la calidad muscular, así como la capacidad de estiramiento de tendones y ligamentos pero también de factores externos como la temperatura, la edad, el sexo, incluso el estado emocional.
En medicina del deporte, se dice que la resistencia se gana (y se pierde también) en meses, la fuerza en semanas y la flexibilidad en días. Esto quiere decir que si dejas de trabajar la flexibilidad, en pocos días habrás perdido el nivel que tenías pero también, que cada día que entrenes esta cualidad, lo notarás; los beneficios son bastante inmediatos. De ahí la importancia de practicar ejercicios de flexibilidad a diario.
Y, ¿por qué es importante ésto? Sencillamente, nos evitará lesionarnos y sufrir dolores musculares; también evitamos que se deteriore la coordinación al limitarse la movilidad.
Los médicos tenemos varias formas de medir la flexibilidad de una persona; lo más común es mediante el uso de goniómetros o electrogoniómetros pero también puede hacerse por simple observación, pidiendo al paciente que haga determinados ejercicios.
La flexibilidad de tipo muscular, en este contexto, identifica a la capacidad de un músculo para poder ser estirado sin sufrir daños. Esta posibilidad está determinada por el espectro de movimiento de los músculos que forman una articulación.
En este sentido, podemos decir que entre las personas que tienen más flexibilidad muscular nos encontramos a las deportistas que practican gimnasia rítmica. Y es que como se ve en sus distintos ejercicios son capaces de realizar movimientos y posturas casi imposibles para el resto de los mortales.
Igualmente podríamos destacar a una serie de profesionales que suelen trabajar en circos y grandes espectáculos y que reciben el nombre de contorsionistas. Estos tienen la cualidad de poder llevar a cabo una serie de movimientos anómalos del cuerpo que desde luego llaman la atención y sorprenden a todo el mundo que ve sus números.
Cabe destacar que existen múltiples ejercicios o rutinas que permiten mejorar la flexibilidad muscular. Los más usuales forman el método estático pasivo, que consiste en estirar los músculos de forma lenta hasta su máximo posible sin experimentar dolor o sensaciones desagradables. Este estiramiento puede realizarse con ayuda de otras partes del cuerpo, de algún asistente o de un aparato.
Al realizar estos ejercicios con cierta frecuencia, el sujeto notará cómo su flexibilidad comienza a mejorar. Es recomendable, de todas formas, contar con el asesoramiento de un especialista antes de fijar una rutina para evitar daños en los músculos.
Además de los citados ejercicios, con los que se consigue contar con un importante nivel de flexibilidad, es importante tener en cuenta que existen diversos elementos que determinan también que una persona sea más flexible que otra. Entre aquellos se encuentran los genes, la edad pues mientras se sea más joven es mayor esta capacidad, y también el trabajo que se tenga.
La flexibilidad laboral, por otra parte, identifica a un modelo pensado para regular los derechos laborales. Esta flexibilidad propone un sistema que reduzca las obligaciones de la empresa (facilitando los despidos al reducir las indemnizaciones, entre otras cuestiones) bajo el argumento de promover la inversión y la actividad en el mercado laboral.

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